Renacer entre aguas termales: escapada perfecta de Navidad en Balneario Leana

Cuando las luces navideñas iluminan las calles y el ajetreo de las fiestas alcanza su punto álgido, existe un lugar donde el tiempo se detiene y el alma encuentra su paz. En Los Baños de Fortuna, en la cálida Región de Murcia, el Balneario Leana emerge como un santuario de bienestar, un refugio centenario donde las aguas termales susurran historias milenarias y prometen renovación. Después de un año entero de esfuerzo, compromisos y desafíos, mereces algo más que otra cena festiva y regalos materiales. Mereces tiempo para ti, espacio para respirar, permiso para simplemente ser. El Balneario de Leana te ofrece exactamente eso: el lujo del tiempo y el cuidado. Esta escapada es tu oportunidad de redefinir cómo quieres vivir estas fechas tan especiales. Aquí, la celebración es íntima, auténtica y profundamente restauradora.
Leana

Imagina comenzar el nuevo año sumergido en piscinas de aguas cristalinas que brotan de la tierra a 46°C, dejando que cada burbuja se lleve las tensiones del año que termina. Esta es la magia que espera en una escapada de dos o tres días que transformará tu manera de celebrar las fiestas. Mientras fuera el invierno se impone, en el Balneario Leana el agua caliente brota de forma constante, creando un contraste casi mágico: vapor sobre las piscinas, aire frío en la piel, silencio, tranquilidad. Pasar aquí unos días entre Navidad y Año Nuevo no es tanto hacer un viaje como regalarse una pausa real. Desde el primer momento, el ambiente invita a bajar el ritmo. El edificio histórico, la vegetación, la iluminación suave y el murmullo del agua crean una sensación de refugio, de tiempo suspendido.

Primer día: soltar el cuerpo y la mente

Tu aventura comienza cuando cruzas el umbral de este majestuoso edificio del siglo XIX. Las características originales del balneario, incluyendo techos pintados y una gran escalera de mármol, te transportan inmediatamente a una época de elegancia atemporal. Cada rincón cuenta una historia; cada detalle arquitectónico es un homenaje al arte de la hospitalidad tradicional europea. Las habitaciones, decoradas con un estilo clásico que respira calidez, te invitan al descanso. Amplias, dotadas de todas las comodidades modernas sin perder su encanto histórico, serán tu refugio personal durante estos días de desconexión absoluta.
El inicio del viaje suele estar marcado por el primer baño termal. No hace falta pensar mucho más: agua caliente, músculos que se relajan lentamente, respiración más profunda. El cansancio acumulado de todo el año empieza a disolverse casi sin darse cuenta. No es raro sabiendo las propiedades de estas aguas: son hipertermales, sulfuradas, cálcico-magnésicas y ligeramente radiactivas natural lo que las convierte en un potente aliado natural para aliviar dolencias respiratorias, reumáticas y dermatológicas. Su composición excepcional la convierte en una de las aguas más efectivas de Europa para tratamientos de salud. Su temperatura constante, cercana a los 52ºC, y su composición rica en minerales como azufre, calcio y sodio, las dotan de un efecto antiinflamatorio y relajante que favorece la circulación, mejora la elasticidad de la piel y ayuda a liberar tensiones musculares.
Para quienes buscan combinar salud y diversión, el Balneario Leana ofrece también amplias piscinas exteriores alimentadas por las mismas aguas termales. Entre palmeras y jardines, el visitante puede disfrutar del sol murciano en un entorno de calma, acompañado de servicios de restauración y zonas de relax. Si algo distingue al Balneario Leana es su exclusiva playa termal, la única de toda Europa, un espacio al aire libre donde el visitante puede sumergirse en aguas mineromedicinales a cielo abierto. Rodeada de palmeras, rocas, arena dorada, plantas exóticas y hamacas, esta playa combina la experiencia del mar con las propiedades curativas del manantial termal.
El agua mantiene una temperatura templada durante todo el año, lo que permite bañarse incluso en invierno y en determinadas épocas y eventos, incluso de noche. Es un auténtico spa natural al aire libre, ideal para disfrutar en pareja, en familia o en solitario, donde cada baño se convierte en una experiencia sensorial completa: el calor del agua, el murmullo de las cascadas y el paisaje mediterráneo crean una atmósfera de relax absoluto. Por la noche, el balneario adquiere un encanto especial. Las piscinas bajo el cielo oscuro, el vapor envolviendo todo, y una sensación de intimidad difícil de encontrar en estas fechas.

El segundo día: cuidarse sin prisa

Tras un descanso profundo, el segundo día se dedica al bienestar completo. Es el momento de alargar los baños, probar algún tratamiento, dejarse cuidar. El tiempo deja de organizarse por el reloj y pasa a organizarse por el cuerpo. Pero siempre hay tiempo para hacer una escapada por los alrededores, hacer un poco de ejercicio antes de volver a las cálidas aguas de Leana. Visitar el Valle de Ricote es una de las mejores opciones, un lugar en el que todavía poder sentir la sensibilidad de la cultura árabe. Allñi se descubre una frondosa huerta, que serpentea a lo largo de las riberas bañadas por el río Segura y transportan a un mundo idílico. Una vega fértil anclada en su herencia árabe, de la que dan muestra, además de sus sistemas de regadío, sus numerosos vestigios. El apacible discurrir del río traslada de soto en soto, a través de meandros cuajados de chopos y sauces, ocultando tras ellos un mar de frutas, verduras y hortalizas.
La tarde vuelve a ser para el agua, el descanso y la calma. Y si el viaje coincide con una noche especial como estas de Navidad y Año Nuevo, el ambiente se vuelve más festivo, pero sin perder nunca esa sensación de tranquilidad que define al lugar. Es el momento de conocer una de las joyas del complejo, que es el Spa Romano, un espacio inspirado en los antiguos baños imperiales donde la piedra, el vapor y la luz crean una atmósfera mágica, una joya arquitectónica que transporta al esplendor de la antigua Roma. Allí, entre bóvedas de piedra y juegos de luces, se suceden piscinas termales, jacuzzis, chorros cervicales y cascadas, combinados con baños de vapor y contrastes térmicos ideales para desconectar y revitalizarse.
En sus piscinas termales interiores se puede disfrutar de un circuito de contrastes, con zonas de relajación, cascadas y chorros cervicales, ideales para desconectar y revitalizarse. La experiencia se puede completar con masajes, envolturas corporales, tratamientos de belleza para prepararse a la celebración festiva y rituales de aromaterapia que fusionan lo ancestral con lo contemporáneo.
Cuando cae la noche, el restaurante del balneario te espera con lo mejor de la gastronomía murciana, española e internacional. Sabores mediterráneos, productos de la huerta local, arroces aromáticos y guisos reconfortantes componen un menú que es, en sí mismo, un acto de amor. Durante las fechas navideñas, el balneario prepara menús especiales que elevan la experiencia gastronómica: platos cuidadosamente elaborados que combinan la tradición culinaria de las fiestas con toques de innovación, presentaciones exquisitas y maridajes perfectos. Cada cena se convierte en una celebración del buen comer, donde los productos de temporada brillan en cada bocado.

El tercer día: volver distinto

El Balneario Leana no es solo un destino de bienestar, sino una experiencia sensorial y terapéutica única en Europa. Sus aguas milenarias, su playa termal y su entorno natural hacen de este enclave un refugio perfecto para quienes buscan salud, descanso y conexión con la naturaleza. Ya sea por motivos de salud, descanso o simple placer, sus aguas invitan a sumergirse en una historia viva que continúa fluyendo, inalterable, desde la antigüedad hasta nuestros días. En Leana, cada baño es un ritual y cada gota de agua cuenta una historia que comenzó hace más de dos mil años… y sigue fluyendo hoy, con la misma fuerza y pureza de siempre. Después de dos días completos de estancia y tratamientos se nota enseguida, el cuerpo está más suelto, la mente más despejada, el descanso más profundo. El último día suele ser breve, pero deja una sensación muy clara: no se vuelve igual que como se llegó. Un último baño, un desayuno sin prisas, una última mirada al vapor sobre las piscinas… y regreso.

Especial Navidad y Fin de Año

Una escapada a Leana en las fechas navideñas resulta perfecta porque es justo lo contrario a lo habitual: sin multitudes, sin estrés, sin prisas, sin obligaciones. Aquí la celebración es interna: descansar, respirar, cerrar el año o empezar el siguiente con calma.
Y como las fechas navideñas ya están encima, Leana tiene preparadas varias ofertas que incluyen cenas gastronómicas, alojamiento en uno de sus tres hoteles con desayuno, entrada a la playa termal y circuito en el spa romano, tanto en Nochebuena como en Nochevieja. Los planes pueden ser de una a tres noches de alojamiento y los precios van desde 126 o 162 euros por persona en Nochebuena según sean una o dos noches, o 134 y 170 con una noche, respectivamente, incluyendo en el último caso un circuito en el Spa Romano o 205 y 215 en Nochevieja, también según sean una o dos noches y 250 o 260 también una o dos noches para Nochevieja. En ambos casos cuando se contraten tres noches, se incluye, además de lo mencionado, dos masajes de 20 minutos y dos tratamientos de parafangos. El precio para tres noches e de 350 euros. En todos los casos los precios son por persona en habitación doble.

Manjares gastronómicos

El balneario Leana ofrece una cocina distinguida a precios muy razonables. Para la cena de Nochebuena propone: Pimientos de Piquillo rellenos Bellavista; Langostinos hervidos en salsa tártara; Tabla de patés variados con galletas saladas; Pastel de hojaldre relleno de pollo, queso y cebolla caramelizadas sobre salsa de champiñón; Confit de pato con reducción al Pedro Ximénez; Profiteroles rellenos de nata con chocolate caliente; dulces navideños. Todo acompañado de buenos vinos de Rioja, Lambrusco y Rueda, cava y sidra. En precio especial es de solo 50 euros por persona.
Para la fiesta especial de Nochevieja el generoso menú comienza con Surtido de ibéricos con queso parmesano, seguido de Carpaccio de salmón y bacalao marinado y encurtidos; Mariscada hervida con cigalas, gamba blanca y quisquilla; Alcachofa al foie con salmón y piñones al Pedro Ximénez; Pastel de puerros y espárragos trigueros con salsa de pimiento rojo; Sorbete de limón al cava; Pata de cabrito lechal asada a la almendra; Merluza a la vasca; Tarta de almendras con merengue tostado sobre crema inglesa: Dulces navideños y Uvas de la suerte. Los vinos son de Rivera del Duero, Lambrusco y Rueda, además de cava, sidra, cerveza y refrescos. En este caso el precio por persona es de 85 euros. Leana ofrece también un menú especial de fiesta para niños por solo 36 euros.

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